jueves, 2 de julio de 2009

DECEPCIÓN

Cuando uno sufre está siempre al borde de la decepción. Eso es peor que sufrir. Uno sufre por lo que quiere, lo que extraña, lo que añora. La decepción, en cambio, ya no acepta sentimientos, los aleja y deja aparecer la racionalidad, fría y clara. La decepción es no creer más en el cambio, es perder las fuerzas y las esperanzas. Es una energía constructiva que deja caer una cortina de hierro, dejando entrar la luz, la verdad de las cosas, lo que durante tanto tiempo desconocimos.
Hoy siento decepción. Fea sensación.

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